jueves, abril 19, 2007

Cariño entre autores

Se hallaba una tarde Jacinto Benavente en su habitual tertulia del café El Gato Negro, cuando se presentó Pío Baroja en la reunión.
Fue a sentarse en el diván junto al autor de Los intereses creados, y lo hizo precisamente encima del sombrero de fieltro de don Jacinto, chafándolo como un acordeón.
Cuentan que Benavente le dijo:
-Oiga, Pío, ha confundido usted mi sombrero con la gramática.

Otra tarde en la misma tertulia.
Benavente está haciendo grandes elogios de Valle-Inclán, del que dice que es uno de los más valiosos escritores de España.
-Pues don Ramón -le interrumpe uno de los contertulios- no opina lo mismo de usted.
Replica inmediatamente con su agudeza habitual don Jacinto:
-A lo mejor estamos equivocados los dos.

1 comentario:

Turulato dijo...

La clase de inteligencia que admiro y me gusta